viernes, 18 de mayo de 2012

¿fue Homo habilis realmente un cazador?


El consumo de carne en Homo habilis ya no era algo ocasional y oportunista, como se suele considerar en el caso de Australopithecus. En este momento encontramos huesos procesados y consumidos de animales de tamaño considerable. 

Dicha actividad viene demostrada por las marcas de cortes hechos con instrumentos de piedra que se encuentran en ellos. 

Algunos investigadores defienden que el acceso habitual a la carne durante este momento fue posible gracias a la explotación de las carcasas despreciadas por sus verdaderos cazadores, o tras robarles a éstos su presa. Se trataría, pues, de un acto de carroñerismo. 

La justificación de tal hipótesis se fundamenta en que ni la constitución de estos homínidos ni la naturaleza de sus instrumentos parece que permitan sustentar la caza de animales de gran tamaño.

Por otro lado, otros investigadores dicen que de las carcasas de los animales abandonados por los carnívoros se podrían obtener pocos recursos alimentarios y que, además, éstos serían tan difíciles de defender de otros competidores como si la presa hubiera sido cazada directamente, por lo que pensar en un acceso directo a las presas es posible.

Sea como sea, algunos nutrientes que hasta el momento eran de difícil acceso para cualquier depredador (el tuétano, por ejemplo) estarían ahora al alcance de Homo habilis gracias al uso de instrumentos. 

Por otro lado, es evidente que en un determinado momento el carroñeo llegó a ser una fuente de recursos animales importante, aunque no básica ni única, y que, sin embargo, fue sustituida progresivamente por la caza. Parece claro que el siguiente homínido en la escala evolutiva fue ya, sin duda, un cazador.


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